Por la boca muere el pez

El hombre ese ser con la bocaza más grande del mundo, es verdad que el alcohol hace estragos y nos hace creer ciertas cosas que no están pasando. Como lo llaman por ahí el famoso algoritmo de Justerine & Brooks. ¿Y a que viene todo esto? Pues a que el sábado pasado pasé una de las peores situaciones de mi vida.

Es verdad que yo a mis amigos los tengo en gran consideración y también es verdad que cuando beben se hacen algo pesados (como posiblemente me ponga yo, eso no se lo discuto) pero bueno os voy a poner en situación para que os hagáis una idea de lo que pasó.
En pleno apogeo de la noche estaba yo intentando mantener el equilibrio (algunos a eso lo llaman bailar) cuando se nos acercan dos chicas a preguntarnos si dos chicos eran amigos nuestros. Me señalan con dedo acusador y le digo que si que son amigos míos. Y me sueltan pues diles que son unos babosos y que dejen de tocarme el culo.

Ups! Mierda tierra trágame, yo sólo quería salir corriendo de allí. Intenté quitarle hierro al asunto improvisando las excusas más dispares que se me ocurrieron pero no funcionaron. Por lo menos con la cara con la que se quedó a la chica.

Pero lo peor de todo no fue esto sino que en el camino de vuelta a casa pensarán que se las podrían haber ligado. Veamos está muy bien tener esperanza y todas esas cosas, pero en el estado que nos encontramos por las noches es difícil ligar. Si se fijan en nosotros será porque estamos haciendo el payaso o algo por el estilo.

Y alardear de algo que pensamos que pudo ser no está bien, será mejor que alardeemos de algo que si sucedió, así que por favor dejemos de utilizar sólo la neurona varonil y pensemos las cosas antes de soltar cualquier cosa por la boca.

Ya se sabe por la boca muere el pez….